Sabías que los Romanos y Griegos pensaban que cuando las mujeres dejaban de tener sus periodos, ya no podían liberar las toxinas del cuerpo y que eso las podría llevar a la locura?
Y al pasar de los años, los tratamientos fueron desde los más horrorosos hasta los más inhumanos, comenzando con la aplicación de sanguijuelas hasta el colmo de internar a estas mujeres en manicomios.
Pues a mi parecer esto no está muy alejado de lo que nuestra cultura latina tiene marcado a fuego como infinitos prejuicios.
No, no somos menopáusicas amargadas. No, no somos hijas de Steven Spielberg para imaginar una película con excusas a la hora del delicioso, o nuestros cambios repentinos de humor, o nuestra pérdida de memoria, y muchas cosas más, no son solo invención de nuestra imaginación.
Es un proceso natural, que tiene muchos síntomas y que además es un viaje completamente diferente para cada mujer.
Así que, no solo debemos educarnos a nosotras mismas, también somos muy responsables de compartir esta información con las personas que están a nuestro alrededor.